miércoles, 23 de marzo de 2016

El cielo se cayó a pedazos

El cielo se partió en pedazos, dicen de nuestras tierras quienes saben o eso creen, y los que padecieron: Nos dejaban por herencia una red de agujeros (1), primero, y luego: Aquí comenzaremos la historia antigua y el antiguo relato del principio, del origen, de todo lo que hicieron(2)
No es necesario más para entender, y es, pues la mirada ajena recoge muy poco así piense otra cosa. 
Contra el bíblico anuncio, hubo un apocalípsis ya, repetido muchas veces, sin que tocara a los pueblos del Libro. Empezó aquí y todo alrededor, kilómetros por miles rumbo a norte y sur, según gustan llamar sus hacedores, y seguiría en el África Negra, avanzando luego lentamente en Asia desde las islas índicas. 
En este punto dos cuadernos se cruzan. ¿Cómo serán al final si apenas tengo tiempo para trabajar con miles de cuartillas que produjeron viajes hechos durante décadas? 

viernes, 11 de marzo de 2016

Ese Sócrates

Nuestro Demasiado... es producto de mi más largo viaje por la historia, nietos. Duró ocho años, alimentó a la familia y nadie lo conoce bien a bien, resumido en tres pequeños, indigestos volúmenes que terminaron en extrañas bibliotecas públicas. 
Me aparté entonces del camino principal tantas veces como el asombro demandaba a quien no tenía licencia para transitar tiempos y lugares que se reservan los amos de todo desde ese maléfico 1492, como da en llamarlo el Mero. 
Sólo sé que no sé nada, según la celebérrima frase, dije al principio y al final, mientras otros aseguraban entender de pe a p y así se volvían Colones, ellos sin justificación alguna y con muy mala voluntad. 
-He aquí las Indias -pontifican contemplando Santo Domingo o Mesoamérica o un filón al sur del fantasioso Nuevo Continente. 
Son nuevos, empobrecidos Aristóteles que dividen la tierra en dos: el Norte civilización pura y el Sur de riquezas infinitas donde toda inteligencia desfallece.